El pasado uno de junio entraba en vigor el decreto que obliga a que todas las viviendas posean un certificado de eficiencia energética antes de ser vendidas o alquiladas. Para saber cómo obtenerlo y en qué consiste, aquí te resolvemos algunas de las dudas más frecuentes.
Resolvemos las dudas
¿Qué es el certificado de calificación energética? Es un documento elaborado por un técnico especializado en el que se incluyen todos los datos relativos al consumo de energía de esa vivienda: cuánto consume, en qué se gasta, cómo puede mejorarse, etc. Con esos datos, se califica a la vivienda con una letra que va desde la A (la máxima eficiencia) a la G (la mínima).
¿Quién está obligado a tener el certificado? Deben sacarlo los propietarios que quieran vender o alquilar su vivienda. Además, están obligados a registrarlo en el organismo correspondiente y a entregárselo al comprador o a mostrárselo al inquilino cuando vendan o alquilen la vivienda.
¿Qué sucede una vez que se registra en el organismo correspondiente? Al registrarlo, la Comunidad Autónoma da una etiqueta de eficiencia energética que es obligatoria para la venta o el alquiler. Si se hace la certificación pero no se registra, no se obtiene la etiqueta y el certificado no tiene validez.
¿Cuánto tiempo dura el certificado? Tiene una validez de diez años. Pasado ese tiempo, el propietario debe renovarlo si quiere volver a vender o alquilar la vivienda.
¿Cuánto cuesta? No hay un precio oficial marcado, depende de la oferta y la demanda. Se calcula que de media costará entre unos 150 y 300 euros, dependiendo del tamaño de la vivienda, de los servicios que ofrezca el técnico o la empresa que realiza el informe, etc.
¿Qué sucede si nuestra vivienda obtiene una baja calificación energética? Si nuestra vivienda es calificada con una letra F o G significa que es muy poco eficiente energéticamente: derrocha mucha energía, no hay buenos sistemas de aprovechamiento, está mal aislada, etc. El documento de certificación señalará los fallos que haya e incluirá consejos para mejorarlos, pero no es obligatorio seguirlos. Podemos vender o alquilar la vivienda aunque sea calificada con una de estas letras.