¿Plataformas de certificaciones o empresas certificadoras?

Desde el inicio de la obligación de realizar certificados energéticos, surgieron al mercado dos tipos distintos de empresas para el servicio.

Diferentes negocios, diferentes tratos al cliente

El primero de estos son las empresas de ingeniería o arquitectura, con una estructura ya formada y que han aprovechado la oportunidad de negocio para presentarse al mercado. Este tipo de empresas suele tener un carácter más cercano a los clientes, ya que son los propios técnicos los que realizan el servicio. A parte de esto, también disponen de mayor rapidez para gestionar problemas técnicos y administrativos a los clientes.

En el lado contrario se encuentran las plataformas de certificaciones. Dichas plataformas funcionan como puente comunicativo entre el cliente y el técnico. Como consecuencia existe una tercera parte que ha de generar beneficio, lo cual se acaba viendo repercutido en el precio del cliente, o en el beneficio del técnico. También se ve afectado tanto el trato inicial con el cliente como el posterior, dado que la plataforma no está al corriente del estado del servicio ni de las peculiaridades del mismo. En este tipo de empresas, que suelen aprovechar el mercado para potenciarse en toda España, los clientes solicitan un certificado energético, a partir del cual reciben diferentes ofertas de distintos técnicos certificadores. El cliente no tan solo ha de realizar el esfuerzo de entregar sus datos, sino también de elegir que técnico prefiere y a qué precio.

Bajo el prisma de las exigencias profesionales, ambos perfiles de empresa son aceptados. Otro prisma bien diferente, pero no menos importante es la percepción del propietario sobre el servicio y el esfuerzo que ha de realizar para contratar.