La ley que aprobaba la obligatoriedad de las certificaciones energéticas para alquilar o vender una vivienda incluía la necesidad de inscribir la certificación en un registro. Este registro dependía de las Comunidades Autónomas, que eran las que tenían que gestionarlo. La ley no fijaba un precio para la inscripción, pero daba la posibilidad de que los organismos autonómicos cobrasen entre cero y cuarenta euros. Unos meses después de la puesta en marcha de la ley, algunas Comunidades Autónomas ya han anunciado cuánto van a cobrar por este trámite.
Precios de las certificaciones energéticas
Varios meses después de la aprobación de la ley, muchas Comunidades Autónomas aún no tienen listo el registro de certificaciones energéticas. Los propietarios están obligados a que sus viviendas pasen la revisión, pero para inscribirlas deben esperar a que estos organismos funcionen. Sin embargo, en otras Comunidades Autónomas el registro ya está funcionando a pleno rendimiento. Algunas de ellas han decidido no cobrar por este trámite, pero otras ya han anunciado el precio de la gestión, entre ellas Castilla-La Mancha, Valencia, Galicia, Murcia, Baleares, Extremadura y Castilla-León. La Ley fijaba un precio máximo de cuarenta euros para esta tasa, por lo que ninguna Comunidad podrá superarlo.
Sin embargo, hasta esa cantidad tienen total libertad, y los precios que se han fijado hasta ahora están entre los 26 y los 29 euros. Hay que tener en cuenta que esta tasa se suma a lo que nos cobran los técnicos por la revisión, que está entre los treinta y cinco y los trescientos euros dependiendo de las dimensiones de la vivienda y el tipo de construcción. Es decir, la tasa encarece mucho el trámite, cuyo precio total puede llegar incluso a doblarse con la inscripción. Así, no nos extraña que muchos propietarios hayan visto la ley del gobierno como una forma más de sacar dinero a los contribuyentes, sin que se vea la utilidad real. Aunque es previsible que esto cambie en el futuro, de momento las personas que alquilan o compran una vivienda no tienen muy en cuenta su calificación energética, por lo que los propietarios no lo ven como algo necesario.