Ventajas de la calificación energética

La calificación energética supone algunas molestias para los propietarios, que tienen que preocuparse de obtener el certificado, registrarlo en el organismo oficial que corresponda y hacerse cargo de los gastos que supone. Sin embargo, no todos son inconvenientes: el certificado también puede suponer un ahorro muy importante en el consumo de energía de la vivienda y hacer que ésta se revalorice de cara a su venta o alquiler.

¿Qué nos proporciona la certificación energética?

Conocer las deficiencias energéticas de la vivienda. Cuando visitan la vivienda para realizar el informe de calificación energética, los técnicos revisan a fondo cómo funcionan los distintos sistemas energéticos de luz, calefacción, agua caliente y gas natural. Además, también observan los sistemas de aislamiento de la casa y cómo se aprovecha el agua y la luz solar. Con todo ello, elabora un documento en el que se enumeran los puntos fuertes de la, pero también los débiles. Al saber lo que es posible mejorar, se pueden realizar acciones para reducir el gasto energético y aumentar el confort.

Revalorización. Los estudios que se han realizado desde que es obligatorio el certificado han mostrado que prácticamente la totalidad de las viviendas revisadas han obtenido la calificación más baja. Es decir, la mayoría de los pisos que se venden y alquilan en nuestro país son muy poco eficientes energéticamente, y consumen demasiado. Por ello, si nuestra vivienda tiene una calificación mejor va a verse revalorizada, ya que no es algo frecuente. Las personas que compran una casa prefieren una con la que puedan ahorrar en las facturas de luz, calefacción y agua, incluso aunque al principio sea algo más cara. Por otra parte, si nuestra vivienda no obtiene una calificación alta, podemos plantearnos algunas obras de mejora para poder venderla o alquilarla mejor y a un precio más elevado.

Ahorro en el consumo de energía. Las viviendas eficientes energéticamente no solo permiten ahorrar una cantidad considerable en las facturas de cada mes, sino que además también suponen un consumo energético global mucho menor. En un momento en el que la energía es tan cara y hay tantos problemas de contaminación, la reducción del consumo supone una mejora de la calidad de vida para todos.