PRIMEROS DATOS SOBRE CERTIFICACIONES ENERGÉTICAS

Pasados los seis primeros meses desde que entró en vigor la ley sobre certificaciones energéticas comienzan a conocerse los primeros datos sobre las viviendas que se han revisado hasta ahora. Y lo cierto es que no son muy positivos. Según los estudios realizados por expertos y empresas que trabajan en el sector, el 95% de las edificaciones existentes requiere actuaciones para mejorar su consumo energético, ya que las calificaciones que han obtenido no son todo lo altas que se desearía.

Resultados sobre los estudios de certificaciones energéticas

Una vivienda que haya obtenido una calificación energética de A (la más elevada) es capaz de consumir hasta un 80% menos energía que una que haya sido calificada con una G (la más baja), de ahí la importancia de que nuestras viviendas sean eficientes energéticamente. Sin embargo, la mayoría de las edificaciones revisadas hasta ahora han obtenido calificaciones de E (un 54% del total) y D (29%), lo que las sitúa en una posición intermedia. En cambio, las calificaciones A y B, que son las más altas, las han obtenido menos de un 1% del total de las viviendas.

No obstante, el estudio también ha arrojado el dato de que los propietarios no parecen estar muy dispuestos a realizar las obras de mejora que se les aconseja en los informes para la certificación, porque consideran que son obras costosas y que las personas que van a alquilar o comprar la casa no se fijan mucho en la calificación energética de la vivienda. Sin embargo, esto puede que sea cierto por ahora, que la mayoría de población aún no está familiarizada con las distintas calificaciones energéticas, pero lo más seguro es que cambie en un futuro.

El elevado precio de la energía hace que los compradores empiecen a concienciarse con la necesidad de ahorrar, y preferirán una casa que sea más eficiente energéticamente. Además, las obras de mejora de la vivienda no siempre son muy costosas, a veces simplemente basta con mejorar el aislamiento de puertas y ventanas.

El estudio también ha revelado que el mayor inconveniente que encuentran los propietarios son las trabas burocráticas, por lo que la mayoría de ellos deciden acudir a empresas que gestionan todo el proceso.